DESTINO:
Los que nos dedicamos a realizar este tipo de rutas solemos clasificarlas por su dureza, por su distancia, etc. La ruta de hoy va a formar parte de este tipo de rutas especiales; una ruta que siempre quedará en el recuerdo. Mantiene un recorrido pretencioso; no por la distancia (63 km), ni por enlazar Madrid con otro pueblo de su Comunidad, sino por hacerlo prácticamente por caminos ascendente desde el principio y bajo un tórrido sol.
Ésta ha sido la propuesta para el día de hoy: llegar desde Aluche a los pies del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, pasando por la Silla de Felipe II. Y como era de esperar, el grupo se ha reducido considerablemente, incluso con bajas de última hora, al conocer el perfil del recorrido.
Seis candidatos para hacerlo, Beni, Richi, Oscar, Carmona, Rubén y el que lo escribe. Con la intención de salir a las 08:00 de la mañana por el fuerte calor que se esperaba para hoy, arrancamos a las 08:30 desde el Parque de las Cruces, junto al estacionamiento. A esa hora los termómetros llegaban a los 20 grados.
Atravesamos los semáforos del CC. Plaza Aluche y tras llegar a la Colonia Militar, dejamos atrás la A-5 y empezamos a rodar por tierra. El primer, y único incidente mecánico, surge nada mas empezar. Pinchazo de Oscar y solo son las 08:45. El Sol "pica" y nos retrasamos un poco mas. Pero afortunadamente, nos permite seguir la marcha. Tras pasar por debajo de la M-40 entramos en "Territorio Eurovegas". Un enorme secarral, como el que acabábamos de dejar, nos conduce hasta los límites del Parque Empresarial del Banco de Santander, en donde nos esperan sobre la tierra una buena colonia de Cigüeñas. No es extraño verlas al disponer, el enorme jardín que este Parque tiene, de múltiples plataformas de anidación.
Nos introducimos en el Parque Empresarial y bajamos hasta una de sus entradas principales. Frente a ella, subimos hasta coronar el paso sobre la M-50. Desde aqui, bajamos hasta la M-501, la cual cruzamos subiendo por la pasarela peatonal. Y de esta forma, nos escapamos de cuatro autovías.
Una larga ascensión nos permite entrar en la Urbanización El Bosque, de Villaviciosa de Odón, y bajando a la izquierda por la calle Miño, tomamos la c/ Júcar a la derecha y nos adentramos en una de las zonas bonitas del recorrido, la ribera del Río Guadarrama.
Una larga ascensión nos permite entrar en la Urbanización El Bosque, de Villaviciosa de Odón, y bajando a la izquierda por la calle Miño, tomamos la c/ Júcar a la derecha y nos adentramos en una de las zonas bonitas del recorrido, la ribera del Río Guadarrama.
Tras cruzar el arroyo, una estrecha senda nos acerca al camino junto al río, y por un bosque de pinos llegamos hasta la M-513. Este es el punto donde debemos rodar unos 1300 metros por un arcén junto a los coches. Hay que atravesar el puente del río. Pasada la Urbanización Guadamonte tomamos el camino de la derecha y una larga recta nos lleva hasta Villanueva de la Cañada, dejando a nuestra izquierda Brunete.
Por carril bici llegamos al primer punto de avituallamiento situado en un pequeño parque infantil. Sombra y fuente, y a comer. Retornamos hasta la entrada del pueblo y lo bordeamos con dirección a Valdemorillo. Ya hemos pasado de los 30 km y el calor empieza a agobiar, justo cuando llega la parte mas dura de todo el recorrido. Estamos en la zona del Parque Regional del Curso Medio del Río Guadarrama y el Sol aplana. Y tras ir subiendo durante un largo trecho, aparece una enorme rampa de las que no te planteas intentar subirla. Llevamos unos 37 kilómetros, falta mucho y el sentido común dice: pie a tierra.
Tras coronar esta pequeña "pared" hay que mover desarrollos con plato pequeño puesto que el desnivel positivo, los surcos y las piedras sueltas del camino endurecen mucho la ascensión ¡Que calor!.
Después de agruparnos en la cota mas alta, bajamos hasta Valdemorillo, entrando junto al Cementerio. Giramos a la izquierda hasta la Plaza de Toros, por la calle de la derecha llegamos al segundo avituallamiento. Mesas, sombras y una buena fuente junto a un parque nos invitan a parar y descansar. El recorrido y el calor empiezan a hacer estragos.
Continuamos la marcha y dejamos el pueblo a nuestra derecha. La compañía de árboles es mas constante en esta zona y son testigos de una fuerte subida que, a algunos, les hunde un poco mas.
El vadeo del Arroyo de Fuente Vieja sirve de pequeño descanso al estirar la espalda para seguir la marcha con una tremenda calorina sevillana.
En una extensa planicie el ganado manso está suelto y tumbado junto al camino; bajo un frondoso árbol volvemos a reagruparnos. El camino que seguimos hacia las proximidades del Apeadero de Zarzalejo no es duro, algo técnico por tramos y posíblemente divertido si no hubiera sido por el desgaste que llevábamos y por el calor que hacía. Queda poco. Llegamos a la carretera que enlaza El Escorial con el Apeadero de Zarzalejo. Por la izquierda y en unos escasos 300 metros llegamos a la pista que nos conducirá hasta la Silla de Felipe II. Segundo tramo de asfalto y prácticamente hemos llegado.
El vadeo del Arroyo de Fuente Vieja sirve de pequeño descanso al estirar la espalda para seguir la marcha con una tremenda calorina sevillana.
En una extensa planicie el ganado manso está suelto y tumbado junto al camino; bajo un frondoso árbol volvemos a reagruparnos. El camino que seguimos hacia las proximidades del Apeadero de Zarzalejo no es duro, algo técnico por tramos y posíblemente divertido si no hubiera sido por el desgaste que llevábamos y por el calor que hacía. Queda poco. Llegamos a la carretera que enlaza El Escorial con el Apeadero de Zarzalejo. Por la izquierda y en unos escasos 300 metros llegamos a la pista que nos conducirá hasta la Silla de Felipe II. Segundo tramo de asfalto y prácticamente hemos llegado.
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| Ante la falta de agua, compañerismo |
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| El espíritu de "Arganzuela" |
Cada uno con sus fuerzas y despacito vamos subiendo hasta la Silla. Dos puntos de reagrupamiento tras el paso por dos vallas de las cercas y llegamos al punto mas alto. Se acabó subir, ahora toca bajar.
Pero antes, pasamos a ver la zona de la Casa del Cura, edificio situado en una zona privilegiada, con unas espectaculares vista y que en su tiempo, debió de servir de instalaciones para el descanso de Felipe II. Bajamos andando por unas escaleras hasta la zona de la Silla y, como no, mas fotos. El paisaje es increíble, de un verdor intenso y, ¡por fin!, algo de viento.
Pero antes, pasamos a ver la zona de la Casa del Cura, edificio situado en una zona privilegiada, con unas espectaculares vista y que en su tiempo, debió de servir de instalaciones para el descanso de Felipe II. Bajamos andando por unas escaleras hasta la zona de la Silla y, como no, mas fotos. El paisaje es increíble, de un verdor intenso y, ¡por fin!, algo de viento.
Dicen los libros que Felipe II mandó construir esta silla con la intención de ver progresar la construcción del Monasterio construido en la segunda mitad del s. XVI. Francamente, después de estar sentado sobre ella, me pregunto: ¿Felipe II tenía una vista de águila?. La lejanía del Monasterio no hace posible visualizar el avance de las obras durante su construcción. Por lo tanto, ¿no sería posible que su construcción fuera para que desconectara de la Corte y disfrutara de las maravillosas vista que este lugar ofrece?, o quizás, y mas seguro, ¿no sería una construcción ya existente que el Monarca utilizaba como zona de descanso? Me cuesta mucho creer que mandara construir una "silla" oradada en un gran bloque de granito cuando nos dejó una maravilla arquitectónica como el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial.
Dejando atrás estos pensamientos muy particulares, continuamos la marcha hacia nuestro destino. Decido no bajar por las trialeras dado el estado físico de algunos. Un largo y rápido descenso nos sitúa en el cruce con la M-505. Seguimos de frente y tras una subida prolongada pero no dura, por el arboreto de Luis Cebayos, llegamos a los muros del Monasterio.
Volvemos a reagruparnos y llegamos a las puertas del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. El calor ha hecho estragos, las fuerzas están muy justas, pero hemos conseguido enlazar Aluche con el Monasterio.
Toca comer. Bordeamos el Monasterio y bajamos por el Paseo del Álamos hasta la Avdª de los Reyes Católicos. Tras pasar bajo las vías del tren, giramos a la izquierda y bordeando el parque de Lorenzo F. Panadero, llegamos a la entrada secundaria de la Estación de Cercanías de El Escorial. Y junto al vestíbulo de entrada, bajo una fresca sombra, nos espera el Restaurante Posada y Fonda. Buen lugar para comer, pudiendo controlar las bicicletas. Son las 15:00 horas. Una ronda de frías cervezas hacen olvidar, un poco, el enorme calor que hemos pasado. Buena comida y buen precio.
Fin de la ruta de hoy. Para regresar, Cercanías de Renfe hasta Madrid. Agotados, volvemos con un gran recuerdo de un espectacular recorrido.
No obstante, cada uno llegó a su casa como pudo: con la satisfacción de haber conseguido culminar un fantástico recorrido, con un placentero sacrificio y, "en chanclas".
Y como última reflexión, si se vuelve a realizar esta ruta, habría que hacerla fuera de la época estival, o madrugando mucho. Días tan calurosos como el de hoy proporcionan un gran desgaste fisiológico y evitan disfrutar de un recorrido maravilloso. Pero una cosa es muy cierta, el cansancio y el dolor es momentáneo pero la satisfacción y el recuerdo son para siempre.
PERFIL ALTIMÉTRICO
PLANO DE LA RUTA
1 comentario:
Felicitaciones ,compañeros ciclistas.
Siento envidia sana (privilegiados aquellos que disponen de tiempo entre semana ).
Estoy seguro de que la ruta fué dura pero placentera..
De esas que "te ponen duras la piernas" y hacen que se disfrute de este maravilloso deporte.
Lo dicho..........qué envidia.
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